Ayer pensaba ingenuamente sobre el tema del torneo largo pensando en que podía tener un motivo altruista y positivo para el fútbol. Hoy toda la mafia mostró la hilacha de una manera desvergonzada. Esa triste sospecha que uno tenía siempre de "el fútbol es un negocio y favorecen a los equipos grandes" fue admitida abierta y descaradamente por sus representantes. Hoy Grondona hijo dijo: "El descenso de River es una parte importante de la economía, hay varios clubes comprometidos y hay que protegerlos" y por si no quedaba claro acotó: "El fútbol es un negocio y hay que cuidarlo". Cherquis Bialo la terminó de embarrar con extrema caradurez: "Los caminos son decretar quién sube y baja o agregar equipos para que los mejores actores estén en pantalla. Esto ocurre normalmente entre un patrocinador y los que definen a los protagonistas". Acto seguido: "La televisión nos dice que ellos pagan por tener a los más destacados y se los tenemos que dar. Esto es para que River esté en Primera División, como Boca, San Lorenzo, Racing o Central".
La gravedad de estas frases para cualquier hincha de fútbol es indescriptible. El mensaje es: "Ya no se tienen que preocupar los equipos por como les vaya. Si ponen en riesgo el negocio, nosotros hacemos los cambios para que no tengan problemas". Eso se llama destruir la esencia del futbol y el sentido de la competencia. Entre eso y decir abiertamente "Vamos a arreglar los partidos para favorecer a los que convenga económicamente" hay una distancia muy corta, cortísima. Si uno pensaba que el descenso de River le daba transparencia al fútbol, esto terminó por demostrar que se trataba de un simple sueño, que tal transparencia no existe.
Como si 32 años de perpetuación en el poder no fueran suficientes, ahora la impunidad llegó a su pico máximo. Esperemos que sea el principio del fin para este señor y sus secuaces. Como dicta tu anillo, todo pasa Julio, incluso vos.
miércoles, 27 de julio de 2011
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