Pensamientos profundos, ideas inteligentes y otras pelotudeces varias que se me cruzan por la cabeza.
Filosofía, sociedad, actualidad, tecnología, humor y otras yerbas.
En el post anterior sostuve que hacer matemáticas o estudiar una ciencia formal puede ser bastante distinto de lo que pensaban, incluso interesante para muchos de los que creían odiar la matemática, por una fea experiencia en el colegio. Para intentar convencerlos, prometí mostrarles como se puede demostrar una nueva verdad (o probar que una afirmación era falsa), mediante el siguiente ejemplo.
"En todo grupo de personas, hay al menos 2 personas que tienen la misma cantidad de amigos dentro del grupo."
Lo primero que uno suele hacer ante una afirmación de la cual desconoce si es verdad o mentira, es pensar en varios ejemplos para ver si se cumple la premisa. En caso de queencuentre un caso en el que no, puede concluir que efectivamente es falsa la premisa. Por ejemplo, si un amigo me dice que todas sus medias son blancas y encuentro un par negro en su cajón, la afirmación de él hubiese sido falsa. Esto se llama encontrar un contra-ejemplo y es una forma de demostración lógicamente válida y utilizada frecuentemente para demostrar la falsedad de algo. El equivalente para nuestro ejemplo sería encontrar un grupo de personas con determinada cantidad y determinadas amistades entre si, tal que NO ocurra que al menos 2 tienen la misma cantidad de amigos.
La realidad es que la afirmación es cierta, por lo cual nunca vamos a poder encontrar un contrajemplo. Pero entonces, ¿como podemos demostrar que es cierta?
El método de demostración que vamos a utilizar aquí (no es el único método que existe) consiste en partir de que la premisa es falsa, hacer una serie de deducciones lógicas válidas y llegar a un absurdo o contradicción. Habiendo encontrado esto, podemos asegurar que enotnces de lo que partimos es falso, por ende la premisa original era verdadera. Este método se lo conoce como reducción al absurdo.
Comencemos con la demo entonces. Separo en pasos para que vayamos digiriendo de a poco el asunto. Advierto que puede marear si uno no tiene práctica, es perfectamente normal, así que tómense el tiempo que sea necesario para leer en detalle y convencerse de cada paso.
1. Supongamos entonces que NO sucede que en todo grupo de personas hay al menos 2 personas que tienen la misma cantidad de amigos dentro de ese grupo. Esto implica que existe un grupo de personas G (le ponemos un nombre por comodidad) en el que NO hay 2 o más personas con la misma cantidad de amigos.
2. Esto a su vez implica que en G todas las personas deben tener una cantidaddistinta de amigos. ¿Por qué? Porque si hubiese algún par de personas con misma cantidad de amigos, sería cierto que hay 2 o más personas con igual cantidad de amigos y dijimos que no era así.
3. Sea N la cantidad de personas que hay en G. Entonces la cantidad de amigos máxima que puede tener una persona es N - 1, ya que como mucho puede ser amigo de todos pero no de si mismo. También sabemos que la cantidad de amigos mínima de alguien es 0 (que no sea amigo de nadie), por lo cual podemos concluir que la cantidad de amistades de toda persona está entre 0 y N - 1. Por ejemplo si en G hay 4 personas, las amistades serán un numero entre 0 y 3.
4. Como dijimos que todos en G deben tener una cantidad distinta de amigos y hay N personas, los numeros de amistades son todos los numeros entre 0 y N - 1, ya que entre 0 y N - 1 hay exactamente N números distintos. Siguiendo el ejemplo de antes, si teniamos 4 personas, uno debe tener 0 amigos, otro 1 amigo, otro 2 y el cuarto debe tener 3 amigos.
5. Pero si hay una persona en G con 0 amigos y otra con N - 1, significa que hay uno que no es amigo de nadie y otro que es amigos de todos. Absurdo! Si uno era amigo de todos también era amigo de ese que no tenía amigos.. pero entonces SI tenía amigos.
Podemos concluir entonces que NO existe un grupo en el que todas las personas tengan distinta cantidad de amigos. Entonces, queda demostrado que en todo grupo de personas hay al menos 2 personas con la misma cantidad de amigos.
A partir de esto, podemos afirmar entonces que ahora conocemos otra verdad del mundo. Si bien es cierto que no es una verdad demasiado interesante por si misma, la idea es mostrar como la ciencia, particularmente la lógica, junto con nuestra cabeza nos pueden revelar nuevas cosas. Y que hacer matemática puede ser muy distinto de lo que suponían.
Para terminar, de yapa les cuento que el ejemplo es el ejercicio 5.4 de las prácticas de la materia Algoritmos y Estructura de Datos III de la carrera de Ciencias de la Computación (Exactas - UBA).
"Educación es lo que a uno le queda después de olvidar todo lo que aprendió en la escuela." - Albert Einstein.
Entrar a la facultad de Exactas y ver lo desierta que está comparado a cuando uno se acerca a una sede de Sociales (o de cualquier otra facultad) despierta muchas preguntas. Y enseguida uno piensa en la experiencia previa de la gran mayoría de la gente que entra a la facultad: la escuela. Se acuerda de lo que era matemática en el colegio (en realidad del colegio en general! :| pero eso dejémoslo para otro post) y ahí uno empieza a entender. A poca gente le puede interesar aprender/memorizar una serie de reglas mecánicas que no les encuentra sentido. A uno lo obligaban a aprender algo aparentemente inútil sin dar un buen motivo. Peor aún, desde chico nos hacían hacer cuentas, ¿por qué hacer cuentas molestas cuando tenemos la calculadora a mano? Es como que enseñarnos a escribir con tinta china! Hace 5 años que estudio una ciencia formal, estoy rodeado de matemática, pero creo que si me preguntás como dividir dos numeros grandes en una hoja me metés en un apuro, que me intimide al menos por unos minutos... me olvidé!
Pero por haber estudiado algo de matemática luego (sic) probablemente pueda deducir el método. Y ahí está clave de todo. Deducir. Razonar. No tiene sentido recordar reglas o fórmulas que uno puede encontrar en Wikipedia en 30 segundos. Tampoco perder el tiempo haciendo procedimientos molestos que una computadora puede hacer mucho más rápido que nosotros. Lamentablemente el colegio, al menos las clases de matemática pre-secundario, nos transmitieron que hacer matemática era hacer cuentas. ¿Quien no tiene (o tuvo) la imagen infantil de que un genio matemático es quien puede resolver rápidamente cuentas con números muy grandes? Nada más lejos de la realidad.
Por suerte las cuentas disminuyeron cuando nos acercábamos a los 18, pero la obligación a entender conceptos sin encontrar un motivo o una utilidad nos siguió acompañando hasta salir del secundario. De hecho, salvo que hayan tenido la suerte de estudiar esto seriamente luego (o de haber escuchando atentamente a Adrián Paenza algún día), probablemente sigan reteniendo esa misma falsa imagen. El problema principal de esto NO es que aleje a la gente de estudiar matemática (ya que de hecho estudiarla como carrera probablemente sea interés de una minoría) sino pensar que hacer matemática en todas sus formas o, peor aún, estudiar algo relacionado con esto, es tan desagradable y poco atractivo como hacer cuentitas o memorizar y aplicar reglas.
Lo más interesante de todas las ciencias formales, a mi entender, es aprender a razonar y darse cuenta del poder que tiene la mente. Como uno puede construir nuevas verdades para nada obvias y desconocidas hasta el momento, partiendo de algunos conocimientos con sólo razonar y nada más, es realmente sorprendente. No exagero al decir que te abre la cabeza y te hace ver el mundo de nuevas maneras. Y para construir esa nueva verdad, un paso fundamental es poder demostrar su veracidad. Por esto, aprender a demostrar algo, pudiendo afirmar a ciencia cierta que esto es así, que es tan irrefutable como que 1 + 1 es 2, es algo poderoso y que llama la atención si se detienen a pensarlo. Es una manera en que el hombre puede progresar. Pero no pretendo que me crean lo que digo, sino traten de verlo por ustedes mismos con un simple ejemplo. O aunque sea hacer el esfuerzo y quedarse con la idea que la matemática es otra cosa y hasta quizás se den cuenta que puede ser interesante para muchos, o incluso para ustedes, quien sabe.
Supongan que yo les digo lo siguiente: En todo grupo de personas, hay al menos 2 personas que tienen la misma cantidad de amigos dentro del grupo. O sea yo les afirmo que si le preguntan a un grupo de gente que conozcan quien es amigo de quien, van a ver que siempre al menos 2 personas (quizás más) tienen exactamente la misma cantidad de amigos cada uno. Por ejemplo, si pensamos en un grupo de 2 personas, tenemos 2 situaciones, que sean amigos o que no. En ambos casos, los dos tiene la misma cantidad de amigos: o un amigo o ninguno. ¿Se entiende? Piénsenlo un rato si se marearon.
Para un grupo de 2 personas parece ser cierto, pero... ¿Es cierto que esto se cumple para un grupo con más personas? Si es así, ¿como podríamos demostrar a ciencia cierta que efectivamente es cierto, sin importar cuanta gente haya en el grupo?Y si es falso, ¿como demostraríamos que es mentira? Yo por el momento paro acá porque esto se está haciendo largo, pero si llegaste hasta acá, te invito a leer en estos días las respuestas a estas preguntas, y algunas cosas más.
Llega un nuevo acto electoral y aparecen los muchachos de siempre, como diría Dolina. Muchos de estos dicen ser apolíticos, que no les interesa la política, pero tienen su discurso ultrafacho ahí latente. Hoy en día se los puede reconocer fácilmente por su antikirchnerismo gorila (por el animal me refiero) y sus "esa yegua mal parida de Kristina" entre otras frases llenas de resentimiento y vacías de argumentos.
A esta gente no le indiga la pobreza o que exista gente que pase hambre. Quizás lo mencionen en algún momento, porque en el fondo una parte de ellos se da cuenta que es medio garca ignorar este pequeño asunto, pero de seguro no lo van a mencionar como prioridad. A esta gente lo que más le indigna es que otra gente (con suele les dirán gente) puedan estar recibiendo ayuda del Estado sin trabajar (!). Y encima usan zapatillas caras y tienen DirectTV, ¡que barbaridad!
Una se detiene y escucha la perorata haciendo un esfuerzo grande por ignorar los comentarios xenófobos* ya conocidos. Terminado el discurso, yo les respondo la misma cosa que nunca nadie me supo dar respoder coherentemente: "Che, y si envidias tanto la vida de esta gente, porque no haces "la fácil" y te vas a vivir a una villa, con DirectTV y todo? Debe estar re bueno vivir en menos metros cuadrados que una 4x4, ¿no?".
Uno manteniene ilusiones que en ese momento le caiga la ficha de su estúpido argumento, pero nunca sucede lamentablemente. Muchos cambian de tema y pasan al lado B del cassette pero otros responden que prefiren laburar haciendo el camino sacrificado y más dificil pero digno, a lo que suelo responder: "Ajá, bastaaaante pelotudo la verdad...". Bueno, no lo suelo decir porque es bastante ofensivo, pero es la respuesta más acertada. Le suelo dar una respuesta sobre que el trabajo capitalista de digno no tiene nada y la charla suele continuar un poco más en realidad, pero ya fue suficiente para un post, así que será la próxima.
* "Porque los negros..." Y ante la mirada de uno, enseguida te aclaran que no es por el color de piel, que son negros de alma... Claro, no es que la piel sea negra, lo malo es que ¡son negros hasta la médula! Tip para divertirse un rato más: Hable de cierto grupo de gente cualquiera que se sepan católicos o ateos como "estos judíos" y ante la sorpresa dígale que no les dice judíos por lo religioso, que son judíos de alma.
Resulta que andás por Belgrano, Palermo u otro lugar medio top un mediodía, tenés hambre y ganas de morfar algo rico y que te llene. Ves lugares para comer pero como no querés poner en venta tu riñon, entonces pensás en McDonalds pero te das cuenta de que esta semana ya trepó a casi $40 el combo ... sin nada, mediano, sin postre ni sorpresas...
¿La solución? Seguir esta superguía para conseguir una hamburguesa doble + papas fritas + coca-cola + un helado sundae (!) por $20 y monedas, cuando quieras, donde quieras y todas las veces que quieras.
Suena interesante, aparte de los $20, ¿Qué necesito?
Tener o conseguir un abuelo conservador (o similar, ver debajo).
Ser gobernado por un gobierno pseudoprogresista de corte popular.
Monedas dando vueltas por algún bolsillo que sumen $1,90.
¡Ya tengo todo! ¿Cómo lo hago?
Suscribir a tu abuelo conservador favorito al diario La Nación los domingos y pedir una tarjeta de Club La Nación gratis a tu nombre. En caso de no tener o conseguir abuelo conservador, se puede intentar negociar con otro familiar medio facho, pero se corre el riesgo de que se quiera quedar él con la tarjeta.
Ir al McDonalds más cercano, pedir el combo Big Mac y mostrar la tarjeta obtenida en el paso anterior y así recibir también el Sundae (parte fundamental del plan).
Disfrutar de la hamburguesa (doble carne!), las papas, la coca, el helado y de creer, aunque sea ingénuamente y por un rato, de haber engañado al sistema.
* Oferta válida hasta el 23/10/15 o hasta la próxima crisis económica surgida por emitir moneda para pagar subsidios a empresas privadas como McDonalds, lo que ocurra primero.
Después de un largo rato sin sentarme a escribir algo elaborado, vuelvo para satisfacer a mi inexistente público y tratar un tema que me despierta mucho interés porque abarca cuestiones que van desde lo social, lo filosófico y lo ético hasta afectar la vida cotidiana de muchos. Por otro lado, mi visión de la realidad sobre este asunto es la políticamente incorrecta y mi convicción alta, por lo cual mis motivaciones y ganas son doblemente grandes.
A quienes pienso defender hoy e intentar que el resto se ponga de mi lado son popularmente conocidos como piratas. Si bien reciben el mismo nombre que quien se dedica al saqueo de embarcaciones y de quienes hacen cornuda a su novia, esta gente realiza una tarea mucho más deshonesta y cruel: compartir. No me refiero a quienes ganan plata reproduciendo contenidos con derechos de autor (tema que merece sin duda un párrafo aparte) sino principalmente quienes de descargan canciones o películas a través de Internet, de quienes suben el material para compartir, quienes le copian un CD a un amigo, quienes fotocopean un libro o quienes realizan otras actividades relacionadas y actualmente penadas por la ley en buena parte del mundo.
Ya sea porque te gusta pensar o reflexionar sobre un tema polémico o porque simplemente quieras sacarte la culpa por haber bajado esos CDs de música de Kevin Johansen de Taringa!, te invito a seguir leyendo. A no asustarse por lo largo, que de seguro mi cuota de humor hará la lectura más amena ;) Dicho esto, doblo la apuesta y lo invito a frenar y pensar sobre lo que va leyendo. Tragarse este texto completo en 2 minutos cual tarea de 5to Año, aporta poco y nada. Comencemos.
Pero... ¡la piratería es ilegal! ¡Es robar!
Si usted lector considera como un argumento serio no cuestionar algo por ser ilegal le aconsejo que no siga leyendo, ya que posiblemente no pueda entender la mitad del texto que sigue. Primer y último intento de hacerlo entrar en razón: Las leyes deben hacerse en base a lo que se considera justo y no lo justo en base a lo que dicen las leyes. Con respecto a lo de robar: si bien podríamos transformar esta discusión en algo semántico, tratando de dilucidar si podría entrar dentro del significado de robar, creo que tal cosa no aportaría demasiado. Poner en el mismo nivel la sustracción de una pertenencia física (recuerde que ‘robar el corazón’ todavía no aparece en el código penal) de alguna persona que distribuir información con derechos autor, es en principio, como mínimo, desmesurado. Grandes obras de arte, avances tecnológicos y distintos hechos creativos surgieron de gente que “robó” ideas y que compartió conocimiento. La gravedad de un robo bajo este sistema capitalista, radica en quitar la posesión de algo a alguien, ya que al sustraer el elemento, el propietario original lo pierde. Sin embargo, piratear es copiar, multiplicar el objeto, por lo que el propietario original no lo pierde.
Antes de seguir, veamos una parodia genial para reírse de esta absurda comparación:
Paradojas y absurdos legales
Una primer curiosidad del tema que me gustaría abordar es lo problemática y confusa que resultan las leyes sobre la propiedad intelectual. Ejemplifiquemos con la música. Supongamos que en buena ley compramos algún CD de nuestra banda preferida. Lo escuchamos y invitamos a algún amigo a que lo escuche, pero él no compró el CD ni pagó el derecho a escuchar ese material. Creo que nadie se atrevería a pensar que hay alguna actividad ilícita de por medio. Y si invito a mucha gente a mi casa y todos escuchamos las canciones de todos, supongo que tampoco habrá ningún problema. Ahora bien, si en vez de hacerlo en mi casa lo hago en otro espacio privado y por otra vía, digamos mi propio sitio web y la misma gente lo escucha, ya paso a ser comparable para muchos con estos malvados atracadores de navíos. Pero ya que estamos vamos a hacer más rebuscada la cosa todavía. Supongamos ahora que yo me hago una copia personal del disco para poder escucharlo mientras viajo (caso amparado por la ley), le presto la copia a mi amigo y mi auto para que se vaya de vacaciones. En este caso ¿no estaríamos infringiendo la ley? ¿que distancia hay entre eso y que escuche esa copia en su casa solo? Y si estoy yo presente mientras lo escuchamos, ¿deja de contar como copia ilegal y ahora si es legitimo todo? ¿y si pongo la música muy fuerte y la escuchan mis vecinos, quienes no pagaron por el CD? Nuevamente nadie en ese caso hablaría de piratería pero si mi medio en vez del aire pasa a ser un cable y la música viaja por una red y sale por los parlantes de la computadora del vecino, muchos dirían que estoy “compartiendo música ilegalmente”, y no “compartiendo de una manera más moderna lo mismo”. (Y una buena parte, probablemente sin darse cuenta de la bestialidad de su afirmación, diría que la PC de mi vecino se va a infectar con virus porque está haciendo “cosas malas”.).
Resulta que desde la proliferación de distintas formas de reproducir contenidos de cualquier índole (léase copiar) a bajo costo, mucha gente naturalmente tendió a compartir ciertos bienes adquiridos con sus conocidos. Además de ello, surgió la copia como modelo de negocios cuyos consumidores principales eran (son) quienes les era muy caro adquirir el 'original' y conformarse con el ‘trucho’. (Nuevamente nos topamos con una deformación del lenguaje claramente intencionada, cuando realmente la copia ‘trucha’ puede ser, y en muchos casos es, de exactamente la misma calidad que la original.)
Me animaría a decir que desde la existencia del papel, la reproducción de información útil en un medio físico entre las personas fue, es y será algo común, cotidiano y esperable. Uno suele compartir recetas de cocina a sus conocidos sin obtener beneficio propio; si alguna vez lo hizo ¿se puso a pensar que violaba la propiedad intelectual de su inventor? Posiblemente la gran mayoría de la gente nunca se le cruzó por la cabeza tal planteo, soliendo relacionar rápida y únicamente a la piratería con la copia de música o de películas y no de una receta. ¿Curioso no? La verdad es que no lo es tanto, porque resulta ser que los mayores actores en esta sucia campaña se encuentran del lado de la música y, paradójicamente, ¡no suelen ser lo músicos! Son las compañías discográficas y las productoras hollywoodenses quienes están al acecho. Pero la observación posiblemente más interesante e irónica, es que estos grupos son tan intermediarios entre los consumidores y los productores de contenidos, como aquel pirata que vende copias en alguna esquina porteña. La razón de la difamación es más que obvia: se les está terminando un negocio millonario. Si bien no es mi caso, suponiendo que algún alma caritativa se indigne ante esta situación, mi pregunta sería en ese caso: ¿que hay de las fabricas que fueron cerrando a lo largo de la historia porque lo que hacían ya no era más rentable? ¿se indignó del mismo modo cuando desaparecieron los repartidores de leche que iban de puerta en puerta? La realidad es que el mundo, la tecnología, la moda y otros factores aparecen y desaparecen, cambiando lo que es rentable día a día. Por ende, lo razonable es que si aceptamos las reglas del juego, jugamos y encima nos hacemos chillonarios, debemos aceptar las mismas reglas cuando nos juegan en contra, como buen jugador.
Capitalizando esfuerzos
Superado el análisis de estos pequeños monstruo capitalistas, supongamos que nos paramos del lado del productor de contenidos, el actor o músico que quiere ganarse la vida. El primer planteo que surgue es: ¿todo esfuerzo o creación tiene que ser rentable? La realidad es que no, yo quisiera que me paguen por cantar pero difícil que suceda. También tengo la habilidad graciosa y bastante pelotuda de hacer sonidos con mis manos, pero todavía lamentablemente nadie me dió un peso. Por lo tanto, podría suceder que simplemente actuar o componer no sea rentable. Sin embargo, sucede que lo es. Más aún, sucede que el hecho de compartir puede convivir con esta realidad y hasta ayudarla.
Sabemos que para tener un ingreso importante uno necesita ser conocido y que mejor método, que forma más honesta para ser conocido, que lograr que alguien comparta lo que uno crea. Muchas pequeñas bandas hoy están muy agradecidas de la existencia de un medio como Internet por el que logran difundir más fácil, más rápido y con mayor alcance su música. Para ellos, estos piratas son sin duda una bendición. Análogamente, el pequeño productor de peĺículas caseras, estaría lleno de orgullo de que alguien copie sus películas y su obra sea vista por más gente. Ahora bien, ¿Que sucede con los artistas ya reconocidos? Por suerte, existe una fuente de ingresos muy efectiva e imposible de copiar y disponible como recurso para todos: el recital. Ese momento único para cualquier fan hace que éste sea un negocio más que rentable. Teniendo en cuenta que la entrada a Paul McCartney promediaba los $500, y llenó, no una, sino dos veces un estadio con capacidad para unas 100.000 personas (contando el campo), matemática de segundo grado nos debería dejar en claro que con 50 millones de pesos por laburar un par de días, Paul no debería estar demasiado preocupado porque la gente comparta sus discos sin pagarle en Argentina (si ya sé, no todo le queda limpio a él y el cálculo es burdo, pero... dejémonos de joder). Tampoco puedo llegar a ver a Woody Allen preocupado porque que vi una película suya en Cuevana. Sin embargo, por suerte para él, cualquier cinéfilo sabe que la experiencia de ir al cine es algo que no se puede replicar y vaya si recaudan dinero estos complejos.
Aún si queremos dejar todas estas ideas de lado, la realidad es que el mercado para vender música sigue existiendo. Si bien las ventas de CDs han disminuido, la pérdida de terreno se trata en buena medida de la existencia de que otros medios como Internet para la venta de canciones en formato MP3 o similar. Gigantes como Apple y Amazon están sacando mucho provecho de este medio con sus ventas hace ya unos años, siendo esto la prueba fiel de que aún este tipo de negocios no está acabado.
El dinero no es todo
Algún astuto me dirá que los escritores o pintores sólo obtienen crédito con la venta directa de sus obras en formato físico. Repito ¿que nos hace asumir tan ciegamente que todo lo que hagamos tiene que ser rentable bajo este sistema? Si la escritura no es rentable van a desaparecer los escritores diría algún desprevenido. Una falacia de tal magnitud merecería una entrada aparte de este blog, pero trataré de ser breve. La gente no actúa sólo por dinero sino por también por satisfacción personal, reconocimiento y como forma de superación. Apuesto a que usted mismo o algún amigo cercano se dedica a aprender algún instrumento o escribir poesía sin pretender una moneda a cambio. De hecho usted posiblemente no podría estar leyendo esto si este hombre no hubiese iniciado su hobby hace unos 20 años atrás o sin que cuatro estudiantes de Berkley crearan un programa totalmente libre del cual depende el 85% de Internet. La mismísima Wikipedia es una fundación sin fines de lucro donde colaboran millones de personas sin recibir tampoco una moneda. Volviendo a los escritores, estoy seguro la gran mayoría, al menos los más serios, no empezaron a escribir por una motivación económica. Aún así, quienes son capaces de escribir algo interesante para muchos, seguramente obtener dinero por otro medio no les será difícil (charlas, investigación, periodismo, consultoría, etc).
Lo que queda lo que queda
La idea principal de este texto introductorio era hacer pensar. Despertar algo de curiosidad y pensamiento crítico hacia el tema piratería principalmente. La realidad es que queda muchísimo por decir. De hecho, este texto carece y va a carecer de conclusión alguna al menos por el momento (aunque terminará con alguna frase medio banana al final seguramente). La idea por ahora es repensar, hacer ruido, dejar de aceptar ciegamente una realidad instalada.
No estamos solos
Aún si usted sigue pensando que todo esto es un delirio mío cual discurso de Elisa Carrió, permítame desasnarlo comentándole que hay mucha gente sentada de este lado. Es tal la magnitud del tema, que existen partidos políticos completos cuyo objetivo principal es modificar las leyes de propiedad intelectual. Tal es el caso del Partido Pirata sueco, que consiguió el 7% de los votos las últimas elecciones, obteniendo 2 bancas en el congreso. El éxito de dicho partido en Suecia, hizo que comenzara a proliferarse en otras partes del mundo.
Quien quiera meterse más en tema, recomiendo un libro llamado Cultura Libre de Lawrence Lessig. Si bien su mirada es algo más conservadora que la mía, dá argumentos muy interesantes acerca de porque es necesario hacer algo y pronto. A aquel de espíritu más revolucionario, lo invito a leer algo sobre Copyleft para profundizar un poco sobre estas ideas.
Termino con una vez escuché una frase que me hizo pensar: “La piratería hace que las cosas valgan lo que deberían valer”. Quizás algún día nos demos cuenta de que ese CD de Chayanne en el fondo valía eso, el costo de fabricarlo.
Ayer pensaba ingenuamente sobre el tema del torneo largo pensando en que podía tener un motivo altruista y positivo para el fútbol. Hoy toda la mafia mostró la hilacha de una manera desvergonzada. Esa triste sospecha que uno tenía siempre de "el fútbol es un negocio y favorecen a los equipos grandes" fue admitida abierta y descaradamente por sus representantes. Hoy Grondona hijo dijo: "El descenso de River es una parte importante de la economía, hay varios clubes comprometidos y hay que protegerlos" y por si no quedaba claro acotó: "El fútbol es un negocio y hay que cuidarlo". Cherquis Bialo la terminó de embarrar con extrema caradurez: "Los caminos son decretar quién sube y baja o agregar equipos para que los mejores actores estén en pantalla. Esto ocurre normalmente entre un patrocinador y los que definen a los protagonistas". Acto seguido: "La televisión nos dice que ellos pagan por tener a los más destacados y se los tenemos que dar. Esto es para que River esté en Primera División, como Boca, San Lorenzo, Racing o Central".
La gravedad de estas frases para cualquier hincha de fútbol es indescriptible. El mensaje es: "Ya no se tienen que preocupar los equipos por como les vaya. Si ponen en riesgo el negocio, nosotros hacemos los cambios para que no tengan problemas". Eso se llama destruir la esencia del futbol y el sentido de la competencia. Entre eso y decir abiertamente "Vamos a arreglar los partidos para favorecer a los que convenga económicamente" hay una distancia muy corta, cortísima. Si uno pensaba que el descenso de River le daba transparencia al fútbol, esto terminó por demostrar que se trataba de un simple sueño, que tal transparencia no existe.
Como si 32 años de perpetuación en el poder no fueran suficientes, ahora la impunidad llegó a su pico máximo. Esperemos que sea el principio del fin para este señor y sus secuaces. Como dicta tu anillo, todo pasa Julio, incluso vos.
Dejando la política y actualidad de lado por un rato, esta vez es el turno de un tema filosófico con la particularidad de verlo desde un punto "científico". Se trata de un planteo algo esotérico que alguna que otra vez he charlado con cierta gente que me crucé por la vida. Encontré que a algunos les pareció curioso e interesante y, como a mi, los hizo pensar bastante.
Deténgase un momento y piense en detalle el siguiente experimento: Usted se encuentra sosteniendo en su mano un puñado de mil alfileres de acero y debajo, a unos 20 cm de distancia, se encuentra la superficie de una mesa grande, común y corriente. En un momento dado, abre su mano y deja caer los alfileres sobre la mesa y los mismos quedan todos desparramados sobre dicha superficie. Ahora imagine que usted repite el mismo experimento en otra mesa exactamente igual y con exactamente los mismos alfileres. Suponga ahora, que la similitud de ambos experimentos es extrema. Es decir, que en cada experimento usted sostiene con igual fuerza los alfileres y cada uno de los mil alfileres se encuentra exactamente en la misma posición de la mano que en la experiencia previa. Suponga también que todas las condiciones ambientales y externas son exactamente las mismas en ambas situaciones. ¿Ya tiene la situación en la cabeza? Bien, ahora la pregunta entonces es: Si observa los alfileres desparramados en la mesa luego de cada experiencia, ¿cree que cada uno de los mil alfileres se encontrará en la exactamente la misma posición en ambos casos? En principio, el sentido común y nuestro pobre e intuitivo conocimiento sobre la fisica nos diría que sí. Del mismo modo que, al empujar varias veces una misma puerta con cierta fuerza para cerrarla haría que esta se cierre de igual forma en cada una de las oportunidades, o que, cada vez que calentamos un café 40 segundos en el microondas al retirarlo está igual de caliente, tendemos a pensar que repetir una experiencia en iguales condiciones trae un único resultado posible. Sin embargo, este resultado, de ser cierto, traería consecuencias filosóficas sobre el sentido de la vida algo curiosas. Veamos porqué.
Volvamos a nuestro experimento. Imagínese que usted, antes de realizar la experiencia, mide con precisión cada factor relativo al mismo: la posición de cada alfiler con respecto a su mano, la distancia con la mesa, el peso de cada alfiler, etc, etc. Ahora bien, supongamos que cuenta con una función matemática que, dado esos valores medidos, retorna la posición donde va a caer cada alfiler. Si leyó lo anterior y se mareó o no se lo imagina, piense en el ejemplo sencillo de cerrar la puerta. Aunque no sepa nada sobre matemática, con un mínimo de conocimiento de colegio secundario, se podrá dar cuenta que, dado el peso de la puerta y la fuerza ejercida sobre ella, es posible saber cuan rápido se cerrará al empujarla mediante alguna herramienta matemática (las funciones). Sin ir mas lejos, en muchas de las decisiones que usted toma a diario tiene este tipo de conocimiento incorporado, por ejemplo, sabe que si pone a calentar agua, a medida que pasa el tiempo, la temperatura va aumentando. La manera en la que aumenta, también esta definida por una función matemática, o mejor dicho, hay una función que describe ese fenómeno. Es decir que, dado un conocimiento de valores iniciales y una función que describa el comportamiento con precisión, uno puede conocer el resultado final. Volviendo al experimento original, si yo tengo todos los datos iniciales sobre la situación de la mesa, el ambiente y los alfileres, mediante la función matemática correspondiente, puedo conocer el resultado. El punto donde esto se vuelve realmente interesante es plantearse que sucede si llevamos esta idea a una escala que abarque todo nuestro mundo. Es decir, haga de cuenta por un momento que el experimento abarca el mundo entero. Suponga que tuviera la posibilidad de congelar el mundo por un momento y pudiese medir todas las condiciones actuales y tuviese una función que describa cada movimiento, cada proceso químico, biológico y físico del mundo entero. Con esta información podría saber que va a suceder en cada situación particular, minutos, horas o días después de esa primera observación para cualquier situación que ocurra. En otras palabras, conocer el futuro. Más aún, conociendo solamente las condiciones iniciales del origen del universo, con las funciones apropiadas, ¡podría saber que va a ocurrir de acá al resto de la eternidad! Ahora bien, obviamente, realizar tales mediciones es algo impracticable, y conocer todas las funciones que describen todo es imposible en la practica. Sin embargo, si tal cosa es teóricamente posible, implicaría que todas las decisiones estarían predefinidas, ya que los valores iniciales del universo son valores que existen por más que no se conozcan, y tampoco hay algo que impida la existencia de las funciones que mencione, ya que todo hecho ocurrido en el mundo no deja de ser en el fondo mas que física y química. La implicación directa de que el futuro pueda ser conocido de antemano es que el destino esta marcado y por ende, no hay tal cosa como el libre albedrío. Como corolario del asunto, el azar seria solo un efecto aparente. ¿Interesante no? Este supuesto conocimiento sobre los valores iniciales y las funciones que explican el comportamiento del mundo es conocido como el Demonio de Laplace, ya que fue Pierre Simon Laplace quien propuso tal cosa en el siglo XVIII. Este pensamiento tiene fuertes bases en la física clásica y es parte de toda una doctrina filosófica conocida como Determinismo.
Ahora bien, si todo esto puede fue una revelación interesante pero una visión medio depresiva del mundo en la que todo esta predefinido, no se preocupe porque este cuento no termina acá. Por suerte, en el último siglo, la física moderna de la mano de Einstein, junto con algunos resultados de la Mecánica Cuántica como el Principio de Incertidumbre, o la matemática de la Teoría del Caos, han mostrado que los alfileres difícilmente caigan dos veces en el mismo lugar. ¿Por qué? Me cansé de escribir pero si veo que esto despierta algo de interés, supongo que supongo que será un tema de un algún próximo post.
Desde genio y deidad hasta 'ese gordo drogadicto', las opiniones y juicios sobre Maradona siempre han sido muy variadas entre los argentinos. Futbolísticamente, creo que no hay discusión acerca de su talento y sus logros, sin embargo, como personalidad pública siempre ha generado controversias, sobre todo, entre la clase media argentina. Siendo simplemente una figura pública de poca influencia política, de dichos y acciones, dejando de lado el futbol, de relativamente de poca importancia, mi pregunta es ¿por qué despierta opiniones tan negativas? Quienes lo aman es simple de entender: El fútbol es un fenómeno social gigante y sus logros y hazañas como futbolista pueden despertar pasiones fuertes. Despues de todo, solamente el hecho de ser el principal responsable de la obtencion de una Copa del Mundo, junto con los goles a los ingleses, ciertamente son motivos para despertar amor y admiración por este hombre. Pero, ¿por qué el odio? ¿Que cosa tan terrible ha dicho o hecho Diego para recibir tanto insulto? No me refiero a una crítica sobre su forma de dirigir el seleccionado (que, dicho sea de paso, no me gusta como juega la selección), sino a esa gente que lo tilda de 'gordo drogadicto' o 'negro de mierda' que no lo pueden ni ver. Una buena parte de ese odio, de esa bajeza, salió a la luz hace poco tiempo atrás, después de las polémicas declaraciones del Diego posteriores a la clasificación de Argentina a la Copa del Mundo.
"¡Que la chupen, que la sigan chupando!", dijo el Diego aquel día y las viejas de Barrio Norte se indignaron e horrorizaron por tales dichos. No solo ellas sino todos los periodistas, de todos los medios que salieron a cubrir la noticia. Esta misma gente, que se horroriza porque Diego Maradona le dice eso al periodismo argentino, ¿se habrá preocupado de igual forma cuando el diputado De Narváez dijo que 'les rompimos el culo', refiriendose a la oposición en un acto electoral? Vivimos en un país donde uno prende la tele a las 3 de la tarde y encuentra un tipo diciendo barbaridades y calumnias mucho mas graves y mucho mas groseras y esta misma gente hace silencio. ¿Será este el mismo público que consume un programa como el de Tinelli donde, en ese mismo tiempo en el que Maradona decía lo que decía, Marcelo hacía un gesto queríendole decir a una modelo 'este laburo lo conseguiste chupándola'? Me pregunto yo, si Diego, en un estado de emoción violenta dijo lo que dijo, ¿que le queda a todos los periodistas y cientos de canales que, tranquilos y con un poder de analisis supuestamente muy superior al de Diego, repetían las mismas guarangadas con letras grandes y resaltándolas en rojo? Todo esto muestra, aparte de lo patético que es el periodismo argentino, la hipocresía general de una buena parte de los argentinos, esta cuestión de la doble moral: ¿Por qué se critica tan duramente a Maradona, y no al periodismo, al propio De Narváez, a Tinelli o Rial? Si los dice un político o un periodista importante es un vivo bárbaro, si lo dice Maradona es 'este negro de mierda que nos hace quedar mal frente al mundo'. Quedar mal frente al mundo... "cipayos provincianos que les importa quedar bien con sus amos europeos", como dijo Dolina aquel día...
Lo que estos personajes parecen no entender es que Diego nació en Villa Fiorito, Diego es pelearla desde abajo, Diego es revancha. Diego no provino de una familia de grandes intelectuales como la familia Bielsa, no tiene un hermano escritor y ex-canciller. Así como Bielsa quizás hubiese respondido con finas ironías, el recurso de Diego es decirles 'que la sigan mamando'.
A decir verdad, pensándolo bien, creo que esta gente conoce bien el origen de Diego y justamente de ahí viene la bronca. Esa misma bronca que desatan estos personajes al ver un chico de la villa con unas zapatillas Nike de 300 pesos. Esa misma indignación burguesa con una buena carga de hipocresía. En lugar de sentarse a pensar por qué lo dice y cuál fue la actitud del periodismo en esas semanas con respecto a la selección, les sale toda la xenofóbia de adentro. Pocos probablemente sepan que el mediocre periodista Toti Pasman dijo cosas como que la selección entrenaba después del mediodía porque Diego quería dormir a la mañana. Eso a nadie le importa. Yo, personalmente, después de escuchar al periodismo deportivo argentino, coincido con el Diego: El Toti y el resto, 'la tienen adentro'. Esperemos, por el bien de ellos, que no se dé la casualidad que nos vaya bien en el Mundial.
He aquí el primer post. Hace un buen rato que andaba con ganas de tener mi propio blog, un espacio donde escribir. Soy una persona que usa mucho la cabeza, que piensa mucho, probablemente demasiado, con todo lo malo y bueno que eso conlleva. Me gusta mucho discutir, opinar y elaborar mis propios pensamientos y creo que este es un buen espacio para archivarlos. Además, algunas personas con las que me crucé en la vida me han dicho o hecho notar que muchos de estos pensamientos que fluyen por mi cabeza les resultan interesantes así que quizás haya algún que otro loco/a que le interese leer lo que escribo. ¿Sobre que voy a escribir? Mi idea es que este blog no sea sobre nada en particular sino básicamente postear "lo que me pinte". Mis intereses son algo variados así que esto va a ser una linda ensalada de todas esas cosas. El principal contenido probablemente esté relacionado con opiniones sobre temas de actualidad, política, filosofía, religión, tecnología entre otras cosas. Encontrarán desde incisivas y pseudoeruditas reflexiones sobre el mundo y la vida (?) hasta alguna boludez que me cruce en Internet que me resulte interesante. Espero que les interese y sino, parafraseando a un gran pensador del siglo XX, que la chupen y la sigan chupando.
Para terminar, el momento épico de Los Simpsons que le da nombre a este blog: